martes, 19 de septiembre de 2017

ANSIEDAD POR LA VUELTA AL COLE?

La vuelta al cole puede provocar ansiedad en los niños, así como apatía e irritabilidad.
Los adultos solemos tomarnos muy en serio la vuelta al trabajo; hasta hablamos ya del SÍNDROME POSVACACIONAL. Pero para los niños la vuelta al cole puede no ser muy distinta. Los más pequeños también pueden acusar el regreso a la rutina diaria tras las vacaciones. 
De hecho, según los especialistas, tres de cada diez niños presentan sentimientos de ansiedad, apatía e irritabilidad en estas fechas de vuelta al colegio.
Las estadísticas muestran que un 4% de los niños y adolescentes presentan problemas psicosomáticos como dolores abdominales, nauseas, vómitos o cefaleas en su etapa postvacacional.
Si bien, se trata de un "malestar pasajero" que afecta a los niños en los primeros días de clase y que "no se traduce en ningún problema de salud". La prevención "es la mejor pauta para evitar en los niños estos sentimientos o paliarlos en la medida de lo posible".

Para evitar que la vuelta al cole cause ansiedad, apatía e irritabilidad en los niños, los psicólogos recomiendan: 
  • En los días previos al final de las vacaciones que vayan adaptando su horario con el fin de habituarse paulatinamente al que tendrán en el curso escolar. Puede ser útil levantar a los niños en los días anteriores cada día un poco más temprano y evitar cambios bruscos.Inculcar en ellos entusiasmo por el inicio de la nueva etapa. 
  • Los pequeños suelen imitar el estado de ánimo de los adultos; mejor evitar los comentarios negativos. Transmitir a los hijos emoción por el reencuentro con los compañeros del colegio y entusiasmo por este cambio de rutina, haciéndoles ver que la vuelta al colegio es un aliciente y no un trauma o un motivo de angustia. 
  • Ayudar a los niños a asociar mentalmente el colegio con escenas agradables como jugar, reír o aprender. 
  • Favorecer la relación con otros niños invitando a algún amigo a casa o acudiendo al parque habitual después del colegio.Las despedidas deben ser breves, evitando dramatizaciones para no generar más desconfianza en los niños. 
  • Ser puntuales a la entrada y a la salida del colegio, para no generarles incertidumbre.